Combatir el cansancio

No olvides que el 6 de noviembre «volveremos» a la hora estándar. El cambio horario de una hora tiene lugar durante la noche del domingo a las 2 p.m., lo que pone fin al horario de verano y nos coloca en el horario estándar. Según las condiciones de la Ley de Política Energética de 2005, el horario de verano comienza el segundo domingo de marzo y termina el primer domingo de noviembre. Justo este año, el Senado aprobó legislación para que el horario de verano sea permanente. Si bien el proyecto de ley está pendiente de la firma del presidente, echemos un vistazo a algunas cosas que podemos hacer ahora por nosotros mismos para evitar que esa hora extra cause estragos en nuestros cuerpos.

• Ajusta tu horario de forma gradual

Ajusta tus actividades diarias, como comer y hacer ejercicio, unos minutos cada día durante las semanas previas al horario de verano.

• Mueve tu cuerpo

Sabemos los impactos positivos que el ejercicio tiene en nuestro cuerpo y en nuestros patrones de sueño. Esos impactos positivos son aún más importantes a la hora de ajustar nuestros horarios.

• Mantén una rutina de sueño estable

Al igual que los niños, prosperamos con la rutina. Asegúrate de tener una rutina saludable que incluya limitar la cafeína y el alcohol por la tarde y por la noche, dejar de usar dispositivos al menos 30 minutos antes de dormir y bloquear el ruido y la luz no deseados.

• Programa una alarma para el domingo por la mañana

Empieza de cero y levántate a la hora habitual. Muchas personas se sienten bien descansadas gracias a la hora extra de sueño.

El final del horario de verano afectará su ritmo circadiano. Es posible que tengas dificultades para ajustar tu hora de despertarte en los próximos días, pero si sigues algunos pasos sencillos para priorizarte, te recuperarás en poco tiempo.

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